los
seres vivos que conviven en un ecosistema mantienen diferentes vínculos de
acuerdo a su nutrición, posicionándose como productores, consumidores o
descomponedores según el caso. Los organismos que comparten un mismo tipo de
alimentación, de este modo, ocupan un cierto nivel trófico.
Relaciones
tróficas
Más
concretamente podemos establecer que existen cinco grandes niveles tróficos:
- Los
productores de alimentos, que son los seres vivos que realizan la fotosíntesis,
como sería el caso de las plantas.
- Los
consumidores primarios. También son llamados herbívoros y tienen la
particularidad de que se alimentan de vegetales.
- Los
consumidores secundarios, que responden, de igual modo, al nombre de
carnívoros. Son animales que se alimentan de consumidores primarios.
- Los
consumidores terciarios. Estos podemos establecer que se comen a los
consumidores secundarios y también se dan en llamar supercarnívoros.
- Los
descomponedores, que se alimentan de lo que son los desechos, restos y
excrementos de los demás seres vivos.
Además
de todo lo expuesto, merece la pena conocer otra serie de datos de gran interés
en materia de relaciones tróficas:
- Hay
especies que tienen la particularidad de que se pueden alimentar de más de un
nivel trófico.
- Se
hace necesario saber que existen especies que tienen la singularidad de formar
parte de distintos niveles tróficos.
- Es
imprescindible conocer que los daños que se les ocasione a un nivel e incluso
la destrucción del mismo podría llevar a peligrosas y grandes consecuencias en
los demás niveles.
Las
relaciones que existen entre estos niveles reciben el nombre de relaciones
tróficas. Es posible distinguir entre dos grandes relaciones tróficas: la
cadena trófica y la red trófica.
Se
denomina cadena trófica o cadena alimenticia a la secuencia lineal que se
establece entre los consumidores, los productores y los descomponedores. Esta
cadena muestra quién se come a quien: un organismo se alimenta de aquel que lo
antecede en la cadena y, a su vez, sirve como alimento para el organismo que lo
sigue.
La
red trófica, en cambio, hace referencia a las interrelaciones que existen entre
las diferentes especies que componen los niveles tróficos.
La red trófica, por
lo tanto, va más allá de una línea o secuencia, sino que es más compleja.
Veamos
algunas relaciones tróficas que se dan en la cadena alimenticia. El conejo, por
ejemplo, se alimenta de plantas y sirve como alimento de ciertas serpientes.
Estas serpientes, que comen conejos, son comidas por las águilas. La cadena
trófica, en este caso, sería la siguiente: Plantas -> Conejos ->
Serpientes -> Águilas.
En
el caso de la red trófica, hace referencia al conjunto de las distintas cadenas
tróficas que se encuentran en un ecosistema. Este esquema no es lineal y suele
representarse como una pirámide. Retomando el ejemplo anterior, un insecto
puede comer las mismas plantas que el conejo pero no formar parte de la cadena
mencionada.
Asimismo,
existe lo que se conoce como clasificación trófica, que lleva a clasificar a
los animales en función a la manera que tienen de alimentarse. Así, la misma
establece los grupos:
- Fitófagos,
que ingieren vegetales.
- Carnívoros,
que comen a otros animales.
- Detritívoros,
que se alimentan de restos.
- Coprófagos,
que toman excrementos o heces.
- Saprófagos,
que ingieren materia en descomposición.
- Carroñeros,
que se alimentan de restos de animales muertos